Beneficios de una asesoría jurídica permanente en las empresas

Por: Dr. Carlos A. Mondragón
Abogado socio – Fonte | estudio Jurídico

La intervención jurídica tradicional de los abogados en cualquier asunto de contenido legal al que se vea sometida una empresa ha sido, en el mejor de los casos, reactiva sino desesperada, esto es, se acude a la asesoría jurídica cuando ya han ocurrido las contingencias legales, con el agravante de que en muchos casos, es demasiado tarde y la intervención del jurista se limita a aminorar el impacto de dichas consecuencias, representadas en muchos casos en cuantiosas sanciones, demandas, reclamaciones o incluso situaciones de orden penal, que por supuesto van en detrimento del patrimonio económico de la empresa, además del daño reputacional.

La explicación frente a dichas conductas atiende a múltiples razones, dentro de las que se destacan la visión limitada del papel del abogado en las empresas, notorio más por su función litigiosa, que por su visión corporativa de agente de gestión y prevención del riesgo legal. Otras razones se centran en los eventuales altos costos asociados a una asesoría permanente de cara a los recursos limitados de la empresa, o simplemente a la idea de que existen otras áreas que requieren más atención y en ese mismo sentido justifican una mayor inversión de recursos.

En muchas ocasiones se destaca con asombro que al formular un plan de negocios para la creación de una nueva empresa, se tienen en cuanta, entre otros, el análisis de la oportunidad, el producto o servicio, el mercado, la estructura financiera, elementos que por supuesto son importantes, sin embargo, nada se analiza en términos legales más allá de los requisitos para registrar ante la cámara de comercio la sociedad comercial que servirá de vehículo jurídico para la ejecución del negocio, sociedad que en múltiples casos se constituye a través de modelos proforma bajados de internet, que en nada se compadecen con la realidad o la prospectiva de la empresa.

Por supuesto, existe la idea de que consultar al abogado es costoso, sin descontar la poca confianza, que se tiene por la intervención de los abogados en las empresas, generalmente asociada a episodios de corrupción y malas prácticas corporativas, sin embargo, son múltiples los beneficios que aporta una adecuada y oportuna asesoría jurídica en las empresas, que ameritan un replanteamiento de la visión y el rol de los juristas en las organizaciones.

Con todo lo anterior, resaltamos cinco razones que bien justifican la asesoría jurídica permanente en las empresas:

1. Colombia es un país de alta producción jurídica que impactan al sector empresarial. Para citar un ejemplo, en el año 2015 se expidieron los denominados decretos únicos reglamentarios, que fundamentalmente reformaron y unificaron muchas de las normas en materia empresarial, laboral y de seguridad y salud en el trabajo, medio ambiente, entre otras materias, y al mismo tiempo incorporaron obligaciones ineludibles para los empresarios, so pena, de hacerse acreedores a cuantiosas sanciones frente a su incumplimiento. Este hecho bien justifica una asesoría legal, no sólo de cara a evitar sanciones, sino para obtener el mejor aprovechamiento de dichas normas, las cuales, de manera correlativa a las obligaciones, incorporan incentivos, muchas veces desaprovechados por su desconocimiento.
2. La actividad jurídica de la empresa es compleja y minada de requisitos y obligaciones de orden legal. Una adecuada y oportuna asesoría jurídica permite concentrar dichas funciones en el área legal, interna o externa, hecho que permite tener una mayor concentración en el negocio, al tiempo que se realiza una adecuada gestión y prevención del riesgo legal, como parte de una correcta administración de la empresa con sus consecuentes beneficios, tal y como lo destacamos en publicaciones anteriores, bajo la premisa que establece que una empresa mejor administrada es más rentable y productiva.
3. Uno de los mayores retos para las empresas en cualquier etapa de su existencia, es propender por su permanencia en el tiempo en términos de sostenibilidad. Lo anterior señala que muchas de las crisis empresariales y que amenazan su continuidad en el tiempo se debe a una sumatoria de situaciones, que en muchas ocasiones se habían podido detectar a tiempo y evitar a través de una adecuada y acuciosa asesoría legal. Piense por ejemplo en una contingencia laboral a razón de un inadecuado manejo de las relaciones industriales de la empresa o conflictos entre los accionistas por falta de reglas claras de cara a sus derechos y expectativas individuales o la responsabilidad de los administradores con sus consecuencias hacia la sociedad, sólo por citar algunos casos.
4. Un tema que resulta muy interesante, es el aprovechamiento de la asesoría legal permanente dentro de los procesos de mejoramiento continuo de las empresas. Esto quiere decir que, a través de capacitaciones continuas del personal de la empresa en temas jurídicos y corporativos, se pueda lograr un mejor y más seguro desempeño de las funciones a cargo de cada funcionario. Desde este análisis estamos convencidos que uno de los mejores multiplicadores de seguridad jurídica para una empresa, es un personal entrenado y consciente en la detección de riesgos legales en el ejercicio de sus funciones.
5. Finalmente, podemos destacar que, si bien las asesorías jurídicas permanentes se concentran en los asuntos de la empresa dentro del giro ordinario de sus negocios, en muchas ocasiones, dichas empresas pueden extender los beneficios de las asesorías legales a sus empleados, directivos y accionistas dentro de sus planes de compensación y beneficios corporativos. Lo anterior significa que un empleado de la empresa que se disponga a comprar su casa o el accionista que tenga una situación de contenido legal particular puede contar con asesoría jurídica con un importante descuento en los honorarios profesionales vinculados a la gestión por el sólo hecho de que la empresa a la que pertenece cuente con una asesoría legal permanente.

Es cierto que puede resultar, en principio, algo costoso el pago de una adecuada, profesional y oportuna asesoría jurídica permanente para la empresa, sin embargo, cualquier valor invertido en este sentido no se compadece con el aprovechamiento, seguridad y la tranquilidad de una empresa bien administrada.